-Principio activo.
El ácido salicílico o salicilato,
producto metabólico de la aspirina. Tanto la aspirina como el salicilato sódico
son igualmente efectivos como antipirético (para reducir
la fiebre) y antiagregante plaquetario (indicado para personas con riesgo de
formación de trombos sanguíneos).
El principio activo de la aspirina
es el ácido acetil salicílico.
La
reacción química de la síntesis de la aspirina se considera una esterificación.
El ácido salicílico es tratado con anhídrido acético, un compuesto derivado de un
ácido, lo que hace que el grupo alcohol del salicilato se convierta en un grupo
acetilo. Este proceso produce aspirina y ácido acético, el cual se considera un
subproducto de la reacción.
La
producción de ácido acético es la razón por la que la aspirina con frecuencia
huele como a vinagre.
Como catalizador casi siempre se
usan pequeñas cantidades de ácido sulfúrico y ocasionalmente ácido fosfórico.
-Efectos secundarios y
causas:
Dos gramos o aún menos de aspirina al día pueden aumentar los niveles de ácido úrico en sangre, mientras que las dosis que sobrepasan los 4 gramos diarios disminuyen los uratos. Igual que el resto de los AINEs, la aspirina puede causar una elevación en las enzimas hepáticas, hepatitis, disfunción renal, sangrado y asma.
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